viernes, 5 de julio de 2013

Palabras de G - Analía

Es una imagen poderosa la de mamá y papá. Un zurdo a la izquierda y una guitarra criolla, ¿entendés? Ése es el recuerdo más fuerte. O la guitarra al revés, ¿no? Un diseño, un acorde o un libro autodidacta. Es pasión dibujar para amigos. El pibe le dedicaba horas a algo bueno. Por el grupo del barrio. Mi casa, la música y...este...¿no? En ese momento eh, canciones, discos, público y yo creo.
En realidad, yo no creo, ¿no? O sea, tocar es ser habitué de cuerdas. La energía en nosotros. Un poco, digamos.
Incluso yo sentía en un sentido. Desarrollar en mí mismo herramientas yo solo. Las letras, las palabras, la plástica, ¿entendés? Es algo oscuro, personal, componer conmigo juntos una naturaleza natural.
Las giras, las cosas, o sea, el sonido y el cálculo, es producir prácticamente peinados maquillados. Éramos la llama, el incendio, los marcianos. Una filantropía del dictamen drástico. Algo difícil y complicado de la competencia creativa de mi yo generador como una reinvención y una debacle, ¿no?
Si sí, si no, lo doloroso es aliviante. En el futuro me quedé con la experiencia. Particularmente me ilumino, paralelamente, me despido, digamos. Es decir, lo único, lo groso, es merecer melancolía en un fundamental escenario. Quizás yo sabía, que eran canciones de nosotros un poco, porque se sabe que lo concreto es paulatino para un disco ambidiestro. Incluso, digamos, yo solo y conmigo. Complicado y difícil en sentidos artísticos, aprender en las formas de la energía si estamos.

3 comentarios:

  1. Buenísimo diferente a lo que soles escribir se parece a lo que escribe Mauro Litvak

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  2. Me gusta todo che, el registo sobre todo. Coincido, es distinto. Pablo.

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  3. clap clap! iba a poner lo mismo que mis predecesores. va entonces sólo el aplauso!!

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