domingo, 21 de julio de 2013

Un capìtulo de proyecto- Alejandra


La “colimba”


  Aquella calurosa mañana de Diciembre, Luis se vistió rápidamente, se lo notaba ansioso..., tomo unos mates cebados por su esposa, como hacía  cada mañana, e intercambiaron algunas palabras sobre que harían ese día.

- Ahora me voy con los muchachos al bar de Don Carlos a escuchar todos juntos el sorteo de la colimba.5

- Si, me acordaba. Pero, estando casado y con dos hijos igual la tenés que hacer?

- No, en el Comité me estuvieron explicando cuales eran los trámites que tengo que hacer para la excepción. Bueno negrita nos vemos después. Se despidió de su familia con un beso y se marchó.

Caminó a paso acelerado hasta la casa de  su amigo Florentino y juntos se encaminaron para el bar de Don Carlos...
 El humo de los cigarrillos, el olor a café, el murmullo y el nerviosismo de ese grupo de muchachos que esperaban el sorteo de la lotería nacional para ver si por un año o dos su destino cambiaba, daban al lugar un clima muy especial.
Luis a pesar de que su condición de hombre casado lo ubicaba en un lugar de privilegio, no podía dejar de temer que los dichosos trámites no dieran el resultado esperado y finalmente tuviera que cumplir con su obligación cívica.....

-          Carajo, como puedo tener tanta mala suerte! Marina...?. Murmuro entre dientes.

 Luis sabía lo que ello implicaba debería estar lejos de Delia y los chicos por dos largos años.
Automáticamente surgieron en él las preocupaciones: quien los cuidaría, como harían para mantenerse sin su trabajo, pero a pesar de estos turbios pensamiento se fue a trabajar y decidió contarle la noticia recién a la noche.
Transcurrían los primeros días de 1926 y una pocas pertenencias se encontraban ya en un bolso que le habían prestado. Luis trato que la despedida con su familia fuera lo más rápida posible, quizás así se hiciera más fácil para todos......
-Chau negrita los voy a extrañar, cuídense mucho...cerro la puerta de su casa y se dirigió a la casa de sus padres para despedirse y pedirles, aunque sabía que no hacia falta, que se ocuparan de los suyos.
La llegada a Buenos Aires le provocaba sentimientos encontrados, asombro y admiración por un lado y tristeza por otro. Sin perder tiempo se presentó en el lugar que le habían indicado allí le informaron que había sido destinado al crucero acorazado “Garibaldi”
-                     Bueno pibe ya que trabajaste de mozo te vamos a  poner en la cocina. ¿Sabés cocinar? Solo se animó a esbozar un sí, después de todo no era un lugar tan malo. Esa fueron las primeras órdenes que recibió como conscripto e inmediatamente le indicaron que se presentara puntualmente el 9 a la seis de la mañana.
 Aquella primera noche en la gran ciudad la pasó  en una pensión barata que le habían recomendado y como no podía conciliar el sueño decidió escribirle una carta a Delia contándole las últimas noticias:

                                                             9 de Enero de 1926

“Hola negrita:

                      ¿Cómo están? Se que pensarás que es muy pronto para escribirte pero la verdad se hace duro estar lejos de la familia, los amigos y mis cosas. Hoy me presenté  en la colimba y dentro de todo tuve bastante suerte, me destinaron a la sección cocina del acorazado “Garibaldi”, se que pensarás que voy a hacer yo allí cuando  en casa  ni entro a la cocina, pero bueno igual espero que  sea corto el tiempo que este lejos de ustedes, ya que no pierdo las esperanzas de que los trámites de la excepción salgan pronto. Por las dudas no recibís noticias mías pedile a algunos de mis hermanos o a Julio que se den una vuelta por el comité y vean si pueden acelerar la cosa.

Bueno voy a ver si puedo dormir un poco porque mañana me tengo que presentar temprano. Un beso para los chicos y otro grande para vos, acordate que cualquier cosa que necesiten se la pedís a mis viejos.

Te quiero

                                                        Piro.

P.D: Me olvidaba de decirte... si me vieras pelado entre que tengo poco pelo no sabes lo que parezco.
 
Pasar de un pequeño pueblito de la provincia a un Crucero Acorazado como era el “Garibaldi” era para el abuelo  toda una aventura. El acorazado, construido en la ciudad de Génova, había sido incorporado a la marina argentina en 1896 con las intenciones de modernizar nuestra flota y además afianzar las relaciones amistosas con Italia.
Aquella tibia mañana de enero el  Capitán Mayer recibió a aquellos jóvenes que ascendían al crucero entre excitados y asustados. El primer día fue de reconocimiento y asignación de tareas y lugares, sabían que además de la instrucción militar existía la posibilidad de  un viaje al sur  para los próximos meses.
Sin embargo Luis se sentía más atraído con la idea de una acepción que con la de un viaje que le permitiría conocer nuevos lugares.
Los días fueron transcurriendo y las tareas asignadas no dejaban mucho tiempo para  los recuerdo, a la noche los jóvenes “colimbas” caían rendidos en sus cuchetas, a veces simplemente podían intercambiaban algunas palabras contándose sus vidas mientras fumaban un cigarrillo.
Pero el día tan ansiosamente esperado por el Abuelo Luis llegó antes de lo imaginado. Un mes después de su incorporación a la marina lo mandaron a llamar para anunciarle la baja por licenciamiento y el 11 de febrero bajó del crucero deseoso de comunicarse con su familia lo antes posible.
Delia se encontraba bastante desamparada, sola y con dos criaturas a cargo. Sumado a que las reservas económicas no alcanzarían para muchos días; esto fue percibido por la familia de su esposo la cual mandó a uno de sus cuñados Alberto, “Beto”, como se lo conocía familiarmente, a  la casa de la calle 17  para que trajera a Delia y los chicos a la “quinta”, allí estarían más protegidos y sus suegros no le harían faltar nada.

-Hola ¿Don Carlos? Soy Piro desde la capital, ¿Está Julio por ahí? La única manera de comunicarse con los suyos de manera más rápida era llamando al bar de Don Carlos, unos de los pocos lugar con teléfono en donde podría encontrar a su amigo.
-  Piro ¿qué haces? ¿ De dónde me llamás?
-     Hola Julio, tengo buenas noticias me llegó la baja por favor avisale a mi familia que mañana estoy por allá.

  Julio compartía la alegría de su entrañable amigo y rápidamente se dirigió a la casa de los Cirillo a comunicarles la noticia. Sus familiares y sobretodo Delia no paraban de festejar la novedad, ya que nunca pensaron que podían darle la baja tan pronto.

Tampoco pensaron que la mencionada quinta sería la residencia definitiva del joven matrimonio....



5 Denominación popular que se utiliza para mencionar al Servicio Militar Obligatorio y que fuera implementado en nuestro país  a comienzos del siglo XX por  el Ministro de Guerra, Teniente General Pablo Ricchieri. Y que se desprende de las palabras: corre, limpia y barre. N. Del A.

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