jueves, 8 de agosto de 2013


DANIEL FAUNES

Herramientas del grabado

Difuminadas trazas de la punta seca
testigo y testimonio de latidos
del corazón puesto en la mano.

Agujas : hirientes y afiladas saetas
que transitan la chapa.

Texturas de rebabas dispuestas,
sensibilidad sobre el blanco reflejo
del zinc pulido a espejo.

Nobles buriles labradores de tramas
e historias imborrables. Nubes sombrías,
triangulares, elevándose del suelo
del paisaje bonaerense, almas errantes
desfilando hacia los cóncavos cielos.


Incisiones y heridas grabadas en el cobre.

Los dúctiles metales sometidos
al genio del artista y artesano.

La línea que dibuja una mirada
En representación de quienes ya...
No nos miran.

Las herramientas duermen a la espera,
guardan para sí el dolor y la vergüenza,
del tiempo en que otras herramientas,
siniestros artefactos,  provocaron 
con tormentos la masacre
y nos dejaron las siluetas.





Herramientas2






Dialogan con la herrumbre,

Olvidadas, tiradas, envueltas con el polvo,


con la grasa y la quietud


del abandono.


Permanecen a la espera


de la sangre nueva.


En cajones amontonadas, impedidas.


Prisioneras, conviven en la escena


del taller que ha sido corrosivo


ácido de pasión controlada.

Allí está el metro midiendo

los tirantes, el goniómetro y la falsa escuadra.

El martillo, la maza y el cincel.

La francesa, la inglesa, y la estriada,

llaves y claves de apretadas tuercas,

los machos con sus hembras y terrajas.
Los niveles del mármol y el gramil de altura.

El punto con la punta en ele.

Mientras pendula la plomada con la brisa

y el ojo de sol alumbra los punzones,

que fabricó mi viejo, en la penumbra


de su taller fantasma,

cuando sin saberlo lo acechaba

el tiempo de los tiempos,

el lacónico, el inapelable reloj

que se detuvo. 


Y me dejó sus herramientas, 

que hoy duermen el letargo

a mi esperada y postergada suerte!








Herramientas3



Cizalla, guillotina, tijeras.

Cizalla o guillotina

del acero más duro, tijera

que troncha el hierro de gruesos espesores.

Inútil herramienta para cortar sutiles lazos

tejidos por los hilos de la baba del diablo.

Cuchillo de agua que atraviesa intersticios

socavando invisibles espacios moleculares:

inservible a trozar el perdurable aliento...



Laser lacerante que todo lo perfora

y controlado lee los mensajes cifrados,

ciego a leer los corazones armados,

fracasa en la hora de horadar los recuerdos, y

las memorias del cuerpo no las borra.



Ni las grandes muelas de widia

Ni el tungsteno de las sierras

Ni el diamante de los discos

Logran lo que logra la indiferencia

o la malicia, el desamor, y la estulticia

de una trituradora de sueños,

amores y esperanzadas fantasías,

en un cuerpo vaciado de sentido.






Herramientas 4



Un palito alargado en punta

una piedra afilada,

el tallo firme, atado

por otros más blandos,

planas, finas, cortantes

tiras de mimbre.

Sencillas, primitivas, esenciales.

Manos de las manos.

Artificios del barro de la remota tierra

en que floreció la agricultura,

e hizo nacer a la escritura.

Estacas, y estecas que juntas

trabajaron la arcilla, y ofrendaron el arte

en sacrificio.

Hermanas de cinceles y punzones,

rascadores incansables de ocultos

rituales: culto de las formas,

y simbólicas incomprensiones,

mudas metáforas amorfas.

Sustituciones precoces, materiales,

de la sensible fugacidad eterna.

Herramientas, primigenias

prolongaciones

de mano y pensamiento.

2 comentarios:

  1. Qué bueno que hayas subido tus textos, Daniel! Me gustó mucho cada una de las poesías por separado y más aún la composición final. Ojalá algún día podamos también disfrutar de lo que producen esas herramientas! Teresita

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    1. Gracias Teresita! Me alegra, están para pulirlos un poco, aunque quise dejar una muestra, pero con lo que me decís, ya me da ánimo para seguir con la saga y hacer unos grabados de paso, incluso de las mismas herramientas que voy mencionando.

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